martes, 29 de mayo de 2012

Jaime Jaramillo Escobar (X-504). ¡80años! CELEBRACIÓN y HOMENAJE DE NTC ... . Página 2.

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Publica y difunde: NTC …Nos Topamos Con 
* Se actualiza periódicamente. Mayo 29 2012

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Es cuestión de gustos


Eduardo Escobar

Uno tiene derecho a señalar las gracias de su tiempo tanto como pueda, lo mejor que pueda.
Tengo muy poco que decir de Alejandro fuera de que ladeaba la cabeza al hablar y le decían Magno. Sé que tuvo un caballo que temía a su sombra. Algunos deberían precaverse de su sombra más que de sí mismos. Como muchos otros viven en paz con el espectro.
Stevenson dedicó un poema al aniversario de su criada. Marcial apeló a sus vecinos para ostentar el filo de su ingenio. Hay escritores que nos comparten la historia de su gato. Y se les agradece. El más amoroso de los norteamericanos dijo: me celebro y me canto a mí mismo. Y: mi cabeza vale más que todas las biblias y los credos. Y que aquel que camina una sola legua sin amor, camina amortajado hacia su propio funeral.
Uno tiene derecho a señalar las gracias de su tiempo tanto como pueda, lo mejor que pueda. A referir su propia vida a falta de otra con las palabras que aprendió. A acordarse si quiere de las personas eminentes que trató. No tengo por qué avergonzarme, manteniéndola oculta, de aquella noche cuando me emborraché en Cali con Atahualpa Yupanki, cuando estuve en esa cena en Medellín con el poeta Evtuschenko, o con Ernesto Cardenal una mañana bogotana, de haber contado con el afecto del maestro Fernando González y con la amistad de gonzaloarango, profeta del nadaísmo. Y celebro con toda la boca porque me lo dicta el amor como una urgencia, la felicidad del cumpleaños número ochenta de un compañero en el camino de la vida: no importa si Jaime Jaramillo Escobar lleva un nombre, como dijo un poeta que lo conoció, de cacharrero antioqueño, ambos merecemos congratularnos. No todos los días cumple ochenta un camarada.
Su trato me honra desde cuando recién llegado de Cali nos reveló a sus camaradas del movimiento nadaísta, como el hombre más raro que el diablo que era, unos poemas misteriosos sobre unos paisajes intermedios entre la realidad y la vigilia: ballenas legendarias, amores adolescentes, puñales. Que le valieron más tarde el Premio Cassius Clay de Poesía.
Nadie puede obligar a un escritor o que finge serlo, todos fingimos mientras garrapateamos, a escoger sus temas en los infiernos de la vida, siempre, en las trapacerías de sus contemporáneos, sus corrupciones y vicios. También existen seres limpios que se viven sabios mientras los otros matan, amotinan, calumnian, disfrutan haciéndose odiar y a veces triunfan.
No hay que esperar que los amigos se mueran para alabar su grandeza. Borges estuvo más orgulloso de los libros que leyó que de los que escribió. Dijo. Yo me enorgullezco más de ciertas personas que conocí que de la persona que llegué a ser.

Me uno entonces al homenaje que se rinde este mes a Jaime Jaramillo E.. Un hombre tan discreto y pulcro en todo es digno de encomio en un país ostentoso y desvergonzado. Más si entregó su vida a la poesía. Y si su obra poética tiene fama de excelsa. Y cuya existencia justifica para muchos el invento del nadaísmo. Aunque en el movimiento literario más interesante del siglo XX colombiano hubo un montón de figuras singulares y apreciables.
Prefiero gastar mis babas hablando de poesía. Y hasta me parece más útil y provechoso que insistir en el cuento negro de Pablo Escobar o en 'Tirofijo' y su canalla o en el talento empresarial de las familias Moreno o Nule. Cuestión de gustos.
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* SOPOR I PIROPOS
Por: Nicolás Morales.
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 Contratiempo
En el apogeo
de X-504 *


Jotamario Arbeláez

Esa máquina, a cuyos lados veía siempre un poema nuevo que me hacía pensar que usurpaba el instrumento de trabajo del mejor poeta del mundo
Después de haber conocido a Gonzaloarango y de haber sido ungido por él, a los 18 años uno sabía lo que tenía que decir -y en qué forma- para enderezar este mundo, o para acabárselo de tirar, antes de que producto de una falsa alarma nos cayera encima la bomba atómica de la guerra fría. Lo que nos faltaba era máquina de escribir, ese sofisticado instrumento que convertía el pensamiento inasible en bombas molotov en forma de manifiestos. “Hay que salvar el país con máquinas prestadas”, me escribía a mano Dariolemos desde Medellín. Y más tarde: “Mis poemas, poeta, nada que se pasan a máquina. Tendré que robar una”. 

El poeta Jaime Jaramillo Escobar, quien había estudiado con “el profeta” en el liceo Juan de Dios Uribe, de Andes, vivía en Cali cuando éste llegó a proclamar su zaratustriano evangelio del nadaísmo. Hicimos entonces una tripleta con el poeta Elmo Valencia, que acababa de regresar de USA, dueño de un estilo literario desconcertante adquirido de su vinculación con los beatniks. 
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Jaime trabajaba en la Administración de Impuestos manejando unas computadoras gigantes de la IBM para controlar evasores. Para evitar que se le detectara y eso le acarreara problemas laborales, pues el nadaísmo por entonces producía más miedo que admiración o repulsa, comenzó a firmar sus producciones literarias para la prensa como X-504. Vivía en el quinto piso del Edificio Torres y Torres y había adquirido por cuotas una máquina Remington con la que comenzó a transformar sus Poemas de la envidia, que así se llamaba la obra que había venido tejiendo antes del nadaísmo, influida por entonces en una pila de líricos persas (recuerdo en su biblioteca El Rubaiyyat de Omar Jayam y los Gazales de Haffiz), al lado de las obras de Thomas Mann, José y sus hermanos, La montaña mágica y Muerte en Venecia, de Hermann Hesse El lobo estepario, Sidharta, Demián y Juego de abalorios, todo Franz Kafka, y los casos más notables de parapatías tratadas por el doctor Steckel, que aún conservo. 

Así fueron apareciendo Los poemas de la ofensa, que se constituiría en el libro señero de la poesía colombiana. Como el Poe, que así le llamaba Gonzalo, trabajaba todo en día en una oficina del Palacio Nacional, nos prestaba alternativamente la llave de su apartamento para que hiciéramos uso de su máquina de escribir para maquinar nuestras marrullas escriturales. 

Para mí era un júbilo ingresar al modesto pero impecable recinto, bien barrido, la cama bien tendida, todo en su orden, con excepción de un goteo en la ducha, que después de tratar en balde de contrarrestar con una llave inglesa que se consiguió, se rindió y llamó a un plomero a quien le prestó las llaves y le arregló el daño a satisfacción. En esa máquina, a cuyo lados veía siempre un poema nuevo que me hacía pensar que usurpaba el instrumento de trabajo del mejor poeta del mundo, escribí, comenzando el 60, Santa Librada College, para cobrar la afrenta que me había hecho el colegio al escamotearme el diploma, y los cuentos que alcancé a publicar en los suplementos de El Espectador y de El Tiempo, donde nos daban cabida preferencial. 

A veces llegábamos los sábados o domingos a trabajar, él nos abría la puerta siempre desnudo, pues por algo estaba en su ámbito, nos preparaba y servía su tinto ritual, pero nos advertía que los fines de semana la máquina era suya, pues para eso la disfrutábamos nosotros el resto de la semana. Tenía razón. 

Un sábado estaba con El Monje Loco, como Gonzalo llamaba a Elmo, tomando el insípido tinto del Café Colombia cuando llegó el Poe un poco alarmado y se sentó entre nosotros. Qué escribiste hoy, Poe, le preguntamos. Una tragedia, tajante. Y cómo se llama, inquirimos. La máquina de escribir. Imitando, le dije para lucirme, La máquina de sumar, de Elmer Rice? Se paró de la mesa con el rostro alterado y gritó por primera vez en la vida: “Se robaron la máquina de escribir”. Quedamos fríos. Recordamos a Dariolemos y vimos que el Poe sospechaba de nosotros. 

Han pasado de ese día cincuenta y dos años y tres meses. Hoy que el Poe está cumpliendo 80 en medio del regocijo y de la celebración nacional por su obra excelsa (ver  http://ntc-eventos.blogspot.com/2012_05_24_archive.html   ), que para mí sigue siendo la del mejor poeta del mundo, aprovechamos para jurarle que no fuimos los autores ni el Monje ni yo. Fue el plomero.     
jmarioster@gmail.com  
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En el apogeo de X-504 . Poema.

 ¡Ayjuemáquina!
En el apogeo de X-504

Jotamario Arbeláez

VER: 
" ... es una croniquilla de nuestra vida común que Humberto Navarro calificó como "el amor en grupo". ..." 
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Jotamario Arbeláez, Jaime Jaramillo Escobar, Eduardo Escobar y Elmo Valencia.
Tomada de  http://ntcpoesia.blogspot.com/2012_03_21_archive.html y de
http://ntcpoesia.blogspot.com/2011_08_30_archive.html
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El poeta Jaime Jaramillo, habla en La W a propósito de su natalicio.  
Y lee su poema ALHEÑA Y AZÚMBAR ( ... Sigamos: mi negra se emperejila, se emperespeja, se aliña, ...http://www.casadepoesiasilva.com/maspoetascol.htm#J 
La W Radio | Mayo 25 de 2012
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Poeta Jaime Jaramillo Escobar, Lectura de poesía negra.
Video (Teatro Matacandelas): http://vimeo.com/12331385

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Publica y difunde: NTC …Nos Topamos Con 
* Se actualiza periódicamente. Mayo 30 2012
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